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Facebook se ha convertido en tu necesidad número uno. Lo primero que haces en la mañana es tomar tu celular y entrar a la aplicación azul para ver qué han posteado tus amigos. Más tarde, compartes estados, reflexiones y cuando visitas lugares haces check-in, necesariamente.
¿Qué te está pasando? Un estudio de Harvard señala que una persona pasa una hora al día en Facebook, en promedio. El tiempo suele incrementarse si hablamos de adolescentes y personas con conexión fija a internet.
Aunque la interacción social es necesaria para la existencia humana, hacerlo virtualmente está socavando las relaciones “cara a cara”. Además, la adicción a Facebook, puede destruir nuestro autoestima al ver la “vida perfecta” de los demás, según la investigación.
“Las personas tienden a mostrar lo más positivo de su vida en redes sociales. Es posible que un individuo se compare negativamente con otros, por lo que publican en redes”, señala.
Los investigadores comprobaron que el uso de Facebook disminuye el bienestar, pero aún no tienen claro cómo ocurre. Tienen la idea de que las actualizaciones de estado surgen después de la comparación negativa.
“La exposición a las imágenes perfectamente editadas puede disminuir el autoestima y la gran cantidad de interacción con las redes sociales puede desvirtuar las experiencias de la vida real más significativas”.
Karissa Bell, periodista de Tecnología de Mashable, hizo lo impensable. Eliminó la aplicación de Facebook de su teléfono para terminar con su adicción.
Si pasas por la misma obsesión, lamentamos decirte que no hay remedio mágico. Para terminar con la ansiedad de entrar a Facebook, debes eliminar la app de tu teléfono inteligente.
Al inicio, puedes conservar tu cuenta y entrar sólo desde computadoras de escritorio. Poco a poco, deshazte de ella.
La periodista Karissa Bell asegura que ahora se siente más feliz y pierde menos el tiempo. Conserva redes como Instagram y Snapchat para mantenerse al día, pero ya no pierde horas en el timeline azul.
