La tos es uno de los síntomas más comunes que presentan los pacientes con Covid-19, incluso con signos leves, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero su duración puede variar en cada persona.
Además de ser una de las principales manifestaciones de la enfermedad, la tos ayuda a la propagación del virus. Las gotículas respiratorias salen de las personas contagiadas al momento de toser, estornudar, hablar y respirar, por lo que es importante usar cubrebocas al estar en lugares públicos y tras ser diagnosticado con coronavirus.
Otros de los síntomas vinculados con el Covid-19 son la fiebre, la fatiga, pérdida de los sentidos del gusto y del olfato, así como dolor de garganta y cabeza.
De acuerdo con la OMS, los signos de la enfermedad se comienzan a manifestar entre uno y 14 días después de la exposición al virus SARS-CoV-2.
La Clínica Mayo define a la tos como una respuesta del cuerpo para tratar de expulsar un irritante en la garganta o en las vías respiratorias. “Una tos que persiste durante varias semanas o que produce una mucosa descolorida o con sangre puede indicar una afección que requiere atención médica”, precisa la organización.
Aunque la tos puede ser síntoma de otras enfermedades respiratorias, los especialistas piden estar alerta de la aparición de más síntomas de Covid-19, como la fiebre, la diarrea y la pérdida del sentido del olfato y el gusto.
Una de las características de la tos provocada por Covid-19 es que en la mayoría de las ocasiones es seca es decir, que es cosquilleante y no produce flemas ni mucosa.
La tos con flema generalmente se acompaña de congestión nasal y molestias en la garganta, pero se presenta casi siempre en casos más graves de coronavirus.
Es necesario consultar a un médico cuando la tos es severa, está acompañada con sangre o se acompaña de la dificultad para respirar.
Los expertos en salud indican que la mayoría de las personas con tos ven la desaparición de esta molestia en aproximadamente tres semanas.
Las infecciones en el tracto respiratorio superior e inferior, las alergias, el asma o la inhalación de polvo y humo generan tos de corta duración. La tos persistente se presenta por infecciones respiratorias prolongadas, por fumar o por la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Un estudio llevado a cabo en Wuhan, China, identificó que los pacientes con Covid-19 comenzaron a experimentar tos seca un día después de contagiarse y se extendió por un lapso de 19 días a casi un mes.
Sin embargo, está incrementando el número de pacientes que se recuperaron de la enfermedad y siguen experimentando tos por varios meses.
Esta molestia es uno de los signos del síndrome post-Covid al igual que la fatiga, el dolor y la confusión, lo que impacta en la vida diaria.
Un estudio publicado en The Lancet halló que pacientes que tuvieron Covid llegaron a presentar tos seca hasta 125 días después de que comenzaron con síntomas de la infección por el SARS-CoV-2.