Las personas que hacen dieta o se saltan comidas durante el día lo hacen como un esfuerzo para perder peso; sin embargo, un nuevo estudio sugiere lo contrario.
De acuerdo con una investigación publicada en el Instituto Multidisciplinario de Publicaciones Digitales, evitar la cena podría significar un considerable aumento de peso a largo plazo.
Los científicos llegaron a esta conclusión después de haber analizado los registros de salud de 17 mil 573 pacientes masculinos y 8 mil 860 femeninas mayores de 18 años en un lapso de tiempo de tres años.
Los voluntarios que regularmente se saltaron la cena, fueron propensos a ganar peso y desarrollar obesidad.
Aquellos que dijeron que ocasionalmente o más que ocasionalmente no cenaban, registraron un 67 por ciento más de probabilidades de haber ganado el 10 por ciento de su peso durante los tres años que duró la investigación, en comparación con el grupo que tuvo todas sus comidas todos los días.
Asimismo, aquellos que no cenaron aumentaron sus posibilidades de dormir menos, saltarse otras comidas y de adquirir hábitos poco saludables como beber alcohol y fumar.
“Estos resultados sugieren que la frecuencia de la cena puede ser un factor de estilo de vida crítico para la prevención de la obesidad además de la frecuencia del desayuno”, dijeron los investigadores en el informe.
Los científicos no están seguros cómo saltarse la cena contribuye al aumento de peso, por lo que dijeron que necesitan más estudios.
Se ha teorizado que la correlación entre ambos se debe a un exceso de ingesta de energía que ocurre con un apetito no regulado, es decir, saltarse la cena significa un umbral del hambre más alto, lo que en consecuencia provocaría que una persona coma más de lo normal.
En la pesquisa, saltarse el desayuno o el almuerzo no estuvo relacionado con el aumento de peso como los expertos lo han asegurado en los últimos años.
“Estos resultados sugieren que saltarse la cena, que era mucho menos frecuente que saltarse el desayuno, tiene una asociación más fuerte con el aumento de peso y el sobrepeso/obesidad que saltarse el desayuno”, añadieron.
Al igual que el ritmo circadiano que controla el sueño, los cuerpos también tienen un reloj para comer que si se modifica, podría afectar el sueño y la capacidad de mantener un peso saludable.
Según los especialistas, el momento promedio para la cena es tres horas antes de irse a la cama, aunque depende de algunos objetivos de salud que cada persona tenga con relación con su alimentación, como el reflujo o dietas para bajar de peso.
Los especialistas sugieren NO comer porciones de alimentos más grandes que en el almuerzo o en la comida antes de acostarse y dejar de comer cuando el cuerpo se siente cómodamente satisfecho.
No te pierdas de las últimas noticias de Vive Usa en Google News, síguenos aquí