El lenguaje corporal significa todo para un perro en el momento en que quiere expresar sus malestares, el cariño que siente por sus dueños y, en general, sus emociones.
De acuerdo con los especialistas, los perros pueden experimentar la capacidad emocional de un niño de 2 años, incluyendo miedo, confianza, irá y alegría, pero no tienen el vocabulario para expresarlos, para entender lo que sienten o lo que quieren, es necesario aprender sobre su lenguaje corporal y comportamiento.
Como dueños, podemos saber cuando están enojados, ansiosos o necesitan algo, en el momento en que parecen inquietos, tiemblan, ladran en exceso, están cabizbajo o gimotean, dice American Kennel Club.
Pasa lo mismo cuando están felices. Los perros también expresan su amor, afecto, alegría y comodidad, así como los niveles, a través de su lenguaje corporal.
Sin embargo, hay que tener cuidado con dichos signos, ya que pueden confundirse con sentimientos y emociones diferentes.
Las formas de las orejas varían entre las razas, pero en general, las orejas de los perros felices suelen estar relajadas, sin importar la posición y descansan naturalmente sobre la cabeza.
Por el contrario, las orejas hacia atrás, erguidas o tensas pueden significar que está nervioso, tiene miedo o está en un estado de hipervigilancia.
Un perro feliz suele tener los ojos y párpados abiertos y relajados, su mirada es suave y con parpadeos frecuentes. Incluso dicen que los perros pueden sonreír con la mirada cuando están con sus amos o en situaciones agradables para ellos.
Los perros no sonríen como lo haría un humano, dicen especialistas conductistas, ya que los perros suelen abrir la boca en forma de sonrisa cuando jadean o relajan el rostro, que son expresiones comunes y básicas.
Sin embargo, muestran felicidad y comodidad cuando las comisuras de la boca están arriba y relajadas, incluso cuando muestran sus dientes sin tensión ni intensión de agredir.
Una cola meneada, un cuerpo ligero y saltarín, en general, son sinónimos de un perro feliz. Además de estos signos, los perros pueden echarse sobre su espalda para que les acaricien la barriga, dan la pata como saludo o se retuercen cerca de sus dueños para demostrar que están abiertos a caricias y para expresar su amor.
Cuando ven a sus personas favoritas, a sus compañeros animales o cosas que les agradan, los perros saltan de un lado a otro y parecen bailar, incluso con su meneo abren la posibilidad de ser participante en algún juego o en un abrazo cariñoso.
Además de su meneo, baile y saltos, los perros invitan al juego cuando están felices a través de una reverencia, con el pecho hacia el suelo y el trasero en el aire.
Especialistas en lenguaje corporal canino y entrenamiento dicen que los ladridos felices de los perros son más agudos y cortos en comparación de los ladridos de desesperación, irá o estrés.
Los perros felices siempre van a tener apetito y sed. Lo raro sería que cambien su apetito con frecuencia ya que podría ser señal de enfermedad, cansancio o infelicidad, dice PetMed.
Aunque parezca lo contrario, los perros felices nunca van a destruir las cosas ni a comportarse traviesos. Los expertos dicen que suelen comportarse erráticamente cuando están estresados, aburridos o son infelices en su entorno.
Estos signos pueden cambiar o bajar de intensidad a medida que envejecen, cuando sus niveles de socialización bajan o cuando están cansados y estresados.
“Dado que los perros son animales sociales, un perro feliz generalmente tendrá un buen equilibrio de actividad por sí mismo, actividades sociales con otros en el hogar y descanso”, dicen los expertos en entrenamiento de The Sophisticate Dog.