En algunas regiones de Estados Unidos, los gimnasios se preparan para reabrir, luego de las restricciones generadas por la pandemia de Covid-19. Al igual que las instalaciones, los clientes se deben alistar para tomar medidas de seguridad, ya que el virus sigue presente.
Las personas no podrán volver a entrenar como lo hacían antes de la pandemia. Ahora deberán tomar más medidas de limpieza y protección por el bien de su salud y por la de otros usuarios.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) no han publicado una guía que los proveedores de este servicio deban seguir, pero los gobiernos locales han difundido sus propias medidas de seguridad.
En Texas, los gimnasios y los centros de ejercicio pueden operar al 25 por ciento de su capacidad, para evitar que una gran cantidad de personas se reúna al mismo tiempo en un espacio reducido. Además, deben mantener sus lockers y regaderas cerrados. Únicamente se permite abrir los baños.
Todos los empleados requieren ser analizados antes de entrar a las instalaciones y enviar a casa a quien se identifique con síntomas sospechosos de la enfermedad.
El gobierno de Texas también ordenó que el equipo de ejercicio se acomode con una separación de 1.8 metros y todos los objetos usados por los clientes deben limpiarse y desinfectarse de manera frecuente.
En Florida se permite que los gimnasios retomen sus actividades al 50 por ciento de su capacidad y se decretaron medidas similares a las de Texas. En Tennessee se ordenó que los empleados utilicen cubrebocas en todo momento.
Las personas que pronto retomarán sus entrenamientos en los gimnasios pueden seguir las siguientes recomendaciones de seguridad para disminuir el riesgo de contagio de Covid-19:
Además, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas deben evitar los lugares públicos durante las primeras fases de reapertura.
pb