La cena de Navidad y el “recalentado” al siguiente día, son 2 de los 31 días que tiene el mes, lo que nos permite continuar con nuestros hábitos alimenticios el resto de mes a excepción del 31 de diciembre.
Las celebraciones no deben ser pretexto para recurrir a excesos.
Algunas recomendaciones básicas serían preparar pavo al horno en lugar de lomo de res o pierna de puerco, los romeritos siguen siendo una excelente opción ya que son bajos en grasa y el bacalao al ser preparado con aceite de oliva es de fácil digestion.
No se trata de cambiar el menú drásticamente, sino de realizar comidas ligeras esos días, sin interrumpirlas.
No es tan importante cuánto comemos sino cómo combinamos nuestros alimentos, cuántas veces al día comemos y qué bebidas ingerimos.
Lo que realmente afecta nuestra dieta durante esta época del año, es el consumo de alcohol, ya que muchas bebidas y cocteles contienen un alto nivel calórico equivalente a una hamburguesa con papas fritas o un tamal que en promedio representa 310 calorías.
Según artículo publicado por Alimentación Sana las bebidas con más índices calóricos son:
Tabla de calorías por bebida
Vino tinto 120 cc (1 copa) 110 Kcal.
Vino Blanco 120 cc 120 Kcal.
Champagne 125 cc 80 Kcal.
Margarita 1/2 copa 170 Kcal.
Baileys 1 medida 160 Kcal.
Whisky 1 medida 125 Kcal.
Bloody Mary 150 cc 116 Kcal.
Daiquiri 200 cc 170 Kcal
Manhattan 75 cc 130 Kcal
Cerveza 1 lata 360 Kcal.
Por lo que una proporcional ingesta de alcohol y una cena rica en sabor y baja en calorías nos puede permitir mantenemos en forma durante esta época del año y recibir el nuevo año manteniéndonos en un peso adecuado.
No olvidemos que el ejercicio también debe ser parte de nuestra rutina.
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