Últimamente se ha popularizado el ayuno intermitente, un tipo de dieta que promete ayudar a bajar de peso con el consumo limitado de calorías por varias horas al día, e incluso por algunos días de la semana.
De acuerdo con Harvard, el régimen consiste en un plan de alimentación de 16 horas al día sin comida y ocho horas de consumo de calorías recomendadas (16:8). Una segunda variación consiste en el consumo normal de calorías por cinco días y dos con una alimentación restringida a 500 o 600 calorías por día (5:2).
El ayuno intermitente, al igual que otras dietas, ayuda a ingerir menos energía cada día de lo que el cuerpo quema durante su funcionamiento diario.
De esta forma, los niveles de insulina en el cuerpo bajan y son sustituidos por el azúcar almacenado en las células para usarse como energía. La insulina baja promueve la quema de grasa, lo que resulta en la pérdida de peso paulatina.
Las evidencias sobre los efectos negativos y beneficios del ayuno aún son limitadas, pero los científicos se han dado a la tarea de investigar la dieta a fondo para poder comprender su comportamiento en el cuerpo humano a largo plazo.
Según Frank Hu, doctor y presidente del departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, las personas suelen abandonar la dieta por su intensidad.
Sin embargo, quienes la continúan suelen experimentar impulsos biológicos de comer en exceso después de los días u horas de ayuno.
El cerebro se ve afectado por las hormonas del apetito que se aceleran cuando el cuerpo se priva de alimentos.
“Es parte de la naturaleza humana que las personas quieran recompensarse a sí mismas después de hacer un trabajo muy duro, como hacer ejercicio o ayunar durante un largo período de tiempo, por lo que existe el peligro de seguir hábitos alimentarios pocos saludables en los días que no ayunan”, señala Hu.
Aunado a esto, la dieta intermitente resulta más costosa que una dieta estándar ya que los alimentos elegidos para los días de ayuno llegan a superar los $300 dólares.
Otros puntos en contra, según los expertos, son la sensación de cansancio continuo combinado con irritabilidad, períodos de deshidratación y la baja tolerancia a bebidas alcohólicas.
Los expertos aseguran que la dieta no es para todos. Saltarse comidas al día y reducir las calorías puede afectar severamente la condición de los pacientes con diabetes, principalmente.
Entre otros sectores vulnerables ante este régimen son las personas con padecimientos como la presión arterial alta o baja; enfermos cardíacos ya que el ayuno puede crearles anomalías electrolíticas que afectan el corazón, el cerebro y la oxigenación; adultos mayores, mujeres embarazadas, pacientes con trastornos alimenticios o que necesiten medicación en horarios de comida establecidos.
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