En Estados Unidos el 24% de los adolescentes de secundaria con edad entre los 14 a los 17 años y el 33% de los estudiantes universitarios de 18 a 24 años han estado involucrados en alguna forma en el sexting, pero ¿es esta práctica que está de moda entre adolescentes algo que se deba criminalizar?
De acuerdo con la experta en estudios de género, Amy Adele Hasinoff, más allá de ver el sexting como un riesgo y una violación grave de la privacidad, debe pensarse en soluciones que ayuden a los jóvenes a realizar la práctica de un sexting seguro.
Desde hace años la práctica del sexting mediante las nuevas tecnologías ha escandalizado a padres de familia, medios de comunicación y gobiernos que han estigmatizado esta práctica buscando que sea penalizada sin antes pensar en que la distribución de este tipo de archivos entre jóvenes puede ser consentido, lo que en ningún momento podría entrar en el rango de un delito.
A finales de 2015, medios de comunicación como The New Tork Times documentaron lo que para muchos fue un escándalo ocurrido en una secundaria de una ciudad de Colorado. En este lugar un al menos centenar de estudiantes compartieron entre sí poco más de 400 fotografías de ellos desnudos, haciendo evidente práctica del sexting.
Esto llevó a las autoridades a investigar el caso y responsabilizar a miembros del equipo de fútbol americano de la escuela a quienes se indicó podrían ser acusados de varios delitos, esto a pesar de que varios alumnos declararon que era una práctica que se hacía desde hace algunos años y en el que los jóvenes contaban incluso con aplicaciones para mantener ocultas las fotos.
De acuerdo con Adele Hasinoff, escritora del libro “Sexting Panic”, la acción que las autoridades realizaron en este caso se trataría de un error, “la mayoría de las personas se preocupan por lo que no debería”.
“Según los investigadores de la Universidad de New Hampshire el 7% de las detenciones por posesión de pornografía infantil son de adolescentes, por sexting consensuado con otros adolescentes”, afirmó.
No obstante, la experta considera que si la práctica del sexting es completamente consensual, “¿cuál es el problema con ello?”. Según explica el verdadero problema que incluso debe ser considerado como grave es cuando las personas comparten imágenes privadas de los demás sin permiso.
“La pornografía infantil es un delito grave, pero no es lo mismo que el sexting adolescente”, comparó.
En este sentido no descartó que existan riesgos en la práctica del sexting, pero más allá de continuar criminalizando esta práctica, las autoridades deben pensar mucho más en cómo mejorar los estándares de la privacidad digital en Internet y redes sociales.
Asimismo comparte algunos consejos de cómo lograr que el sexting pueda ser una práctica segura y en Vive USA los recopilamos para ti en nuestra galería.
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