Tener un cachorro en casa es uno de los mayores placeres de la vida, no sólo porque se trate de un nuevo integrante de la familia, sino porque es una oportunidad de cuidar, adaptar y ver crecer al que será nuestro mejor amigo.
Antes de adoptar un cachorro debes tener en mente una raza que sea adecuada a tu estilo de vida, lugar en donde vives y a tu personalidad.
Considera que no es igual que criar un perro joven o adulto y que por esto mismo necesita cuidados especiales. Como dueño deberás tomar decisiones informadas sobre lo que debes hacer para mantenerlo sano y fuerte.
A continuación te dejamos con una guía básica de lo que debes hacer para cuidar a tu cachorrito, según expertos.
Antes que nada, plantea la posibilidad de un nuevo integrante de la familia a través de preguntas como ¿Por qué quiero uno? ¿Qué necesita? ¿Cuento con el tiempo, el dinero y el espacio para una mascota? ¿Qué raza quiero? Si puedes responder a estas preguntas sin dificultad será más sencillo el proceso de adopción.
A la hora de elegir un cachorro existen muchas posibilidades debido a que hay muchos perros sin hogar, desde adoptar un perro de la calle o visitar un refugio, grupo de rescate o una perrera donde los caninos se entregan de forma oficial y bajo la seguridad de que se dirigen a un buen hogar con buenos amos.
Si prefieres un criador, la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA por sus siglas en inglés) recomienda buscar un criador a pequeña escala que no venda a distribuidores o tiendas de mascotas.
Lo ideal es visitar al criador para conocer a la madre o parientes del cachorro.
El nuevo integrante de la familia tendrá algunas necesidades básicas, como comida exclusiva para cachorros, correa y placa con la información del dueño y veterinario, así como cuencos de agua y comida, productos de aseo, una cama para perro, juguetes para masticar.
Según los especialistas en perros de Pets WebMed, los bebés exploran su entorno con la boca, por lo que es necesario cuidar lo que están a su alcance en casa.
Asegúrate de que no haya artículos que se puedan romper cerca de ellos; de que no tengas cables que puedan morder o con los que se caigan, cierra las ventanas con alturas bajas, guarda los productos de limpieza, medicamentos o artículos químicos.
Si es necesario, debes considerar poner puertas en las escaleras o rejas para evitar que suban o bajen sin supervisión y tener puertas de acceso principal cerradas para que no se salgan.
Debido a su tamaño y desarrollo, los cachorros necesitan alimentos especiales ricos en proteínas y calorías; con un tamaño pequeño para que se le sea más fácil masticarla o procesarla.
Normalmente los perros comen sin saciarse si la comida está disponible, es por eso que no debes dejar el alimento todo el día a su alcance.
En promedio, su primera comida debe ser entre las tres y cuatro semanas de edad, según los expertos de American Kennel Club.
Cada perro y raza es diferente, por lo que la cantidad de alimento y los lapsos de tiempo de alimentación después del primer mes depende del tamaño y salud. Consulta a tu veterinario para que te asesore.
Los bebés suelen dormir de 14 a 20 horas al día. Cuando eso suceda, mantén a tu cachorro cómodo, ya sea en su propia cama o en una jaula. No los pongas en sus jaulas o en cajas mucho tiempo, sólo el necesario para dormir o para viajar, recuerda que los perros no están hechos para vivir en jaulas.
Ya sea de bebé o siendo un perro adulto, los caninos prefieren estar cerca de su familia y en contacto con ellos. Si lo vas a dejar fuera de casa, procura estar cerca de él todo el tiempo posible.
Adapta un lugar seco, cubierto y sin corrientes de aire para que se mantengan calientes y un lugar con sombra para mantenerlos frescos.
Cuando necesitan ir al baño, los cachorros ‘avisan’ oliendo el piso o corriendo mucho y a grandes velocidades.
Entrena a tu nuevo compañero enseñándole dónde debe hacer del baño y cuando lo haga en el lugar correcto felicitalo.
Toma en cuenta que estos pequeños hacen sus necesidades cada pocas horas a comparación de perros jóvenes o adultos.
Puedes llevar a tu cachorro a clases de obediencia con expertos en la materia.
Dedícale tiempo de calidad todos los días para jugar, pasear o pasar tiempo juntos. Si lo acostumbras a las actividades físicas, será más sencillo para él deshacerse de su energía, se vinculará más rápido contigo y trabajarán en coordinación en el hogar.
Cepilla su pelo diario para que se acostumbren al aseo personal. Mantén sus uñas cortas, ya que las uñas largas estresan las articulaciones de la muñeca de los perros
Cuidalo de las pulgas o garrapatas. Identifica esta plaga con sus pequeños excrementos en la piel del perro, si la piel está roja o irritada, si tiene rasguños o si tienen piel infectada.
Si esto sucede, lleva a su mascota al veterinario para que le recete un medicamento especial o un champú.
La desparasitación llega en la primera visita con el veterinario a través de medicamentos especiales.
En tanto, las vacunas pueden iniciar entre la sexta y novena semana; las primeras suelen ser la del moquillo, parainfluenza, hepatitis canina y parvovirus.
La esterilización o castración se puede dar a partir de las semanas 16 o 24, depende del perro.
A diferencia de los humanos, los perros no avisan cuando se sienten enfermos. En cambio, lo hacen evidente con su cambio de estado de ánimo y otras señas que incluyen vómito, tos, estornudos, fiebre, diarrea, letargo, incapacidad para comer o comen poco.
Si ves que tu mascota presenta algún síntoma similar a estos, no dudes en llevarlo con el veterinario.
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