Los movimientos de la “serpiente voladora”, o serpiente del árbol del paraíso, han sido un misterio para los científicos desde tiempo atrás, pero fueron los expertos de la universidad Virginia Tech quienes lograron descifrarlos.
Esta especie se traslada de árbol en árbol al arrojarse a decenas de metros de distancia, lo que crea la ilusión de que la serpiente vuela.
A través de un estudio publicado en la revista Nature Physics, los expertos apuntaron que las ondulaciones que realizan las serpientes en el aire no son un vuelo, sino un deslizamiento entre árboles.
Los científicos afirman que los movimientos de esta especie originaria del sudeste asiático no son al azar, sino que tienen un propósito específico: mejorar su estabilidad dinámica.
La serpiente no vuela realmente, pues no alcanza gran altitud como los insectos o las aves. En promedio, su “vuelo” dura menos de dos segundos, a aproximadamente 40 kilómetros por hora.
Al momento de estar en el aire, tras deslizarse desde un árbol, la serpiente mueve sus músculos y costillas para hacer más ancha la parte de su cuerpo que redirige el flujo de aire, como si se tratara de un paracaídas. Esto permite que su cuerpo se ondule de forma vertical y horizonal para deslizarse hacia otro árbol.
Los expertos de Virginia Tech estudiaron a las “serpientes voladoras” con capturas de movimiento de alta velocidad y con el desarrollo de un modelo dinámico de deslizamiento”, según afirman en el estudio.
Los resultados permitieron desarrollar un modelo matemático que podría ayudar a la construcción de robots con la capacidad del vuelo dinámico para realizar labores de búsqueda y rescate.
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