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Para los fans acérrimos, las bebidas de Starbucks son una delicia, no importa la presentación, ya sea a base de café o jarabes saborizados libres de cafeína, fríos o calientes. Para la ciencia, pueden significar un riesgo considerable para la salud.
Un neurocientífico recientemente afirmó que ciertas bebidas vendidas en la cadena de café estadounidense podrían poner en peligro la salud neurológica, promoviendo el desarrollo de enfermedades degenerativas, como la demencia.
Pero, ¿esto es verdad? Aquí te decimos de qué van las afirmaciones del experto y en qué se basan.
Robert Love, doctor e investigador de la demencia en Florida sugirió que beber al menos tres bebidas de Starbucks es malo para el cerebro, principalmente el frappuccino grande.
Según explicó, la combinación de altas dosis de cafeína y jarabes saborizados azucarados llega a ser peligroso a largo plazo y complica la salud cerebral con el desarrollo de la demencia: “Demasiada cafeína puede ser demasiado estimulante y, además, están cargadas de azúcar. Esa cantidad de azúcar y esa cantidad de cafeína no es buena para el corazón, no es buena para los vasos sanguíneos, tampoco es buena para el cerebro”, apuntó.
Love explicó que un frapuccino grande llega a tener “entre 300 y 400 miligramos de cafeína” que está por encima de las cantidades ideales y sanas, que “están entre 100 y 200”.
Consumir altas cantidades de café al día, de acuerdo con expertos en salud de la Universidad de Harvard, puede provocar síntomas como ritmo cardíaco irregular, ansiedad en personas con trastornos de pánico, nerviosismo e insomnio crónico.
Por su parte, el científico hace referencia al daño que provoca el azúcar y el café a la salud cerebral también mencionado en una investigación hecha por la Universidad Murdoch de Perth, Australia.
Según este estudio, las altas dosis de estos dos elementos al día desencadenan problemas de memoria, razonamiento y dificulta la capacidad de toma de decisiones. Se cree que este deterioro cognitivo está relacionado a la falta de sueño.
El consumo de mucho café al día, no necesariamente el de Starbucks sino de forma general, también está vinculado a aumento de colesterol. Los investigadores han encontrado que los granos de café tienen una molécula llamada cafestol, que aumenta los niveles de colesterol en la sangre afectando el flujo de sangre oxigenada al cerebro.
Otra advertencia que hace Robert Love es el consumo de bebidas gaseosas y alcohólicas, que a largo plazo y en exceso deteriora la salud cognitiva: “el alcohol es neurotóxico; en realidad daña y mata las neuronas. Es perjudicial para el hígado, aumenta la inflamación, perjudica la memoria y también perjudica el sueño”, detalló.
