Cerca de la mitad de los estadounidenses que tienen altos niveles de colesterol están más predispuestos a tener ataques al corazón o derrames cerebrales y no están tomando medicamentos o algún tratamiento para bajar ese riesgo, dice un nuevo estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
De acuerdo con Los Angeles Times, las estadísticas de colesterol son un fuerte factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, lo que contribuye a una de cada tres muertes en Estados Unidos. Los tratamientos para reducir el colesterol, que contienen un medicamento de estatina de bajo costo, han demostrado que reducen las tasas de ataques cardíacos y de accidentes cerebrovasculares.
A decir del estudio publicado por el diario estadounidense, 44.5% de los adultos que se beneficiarían de los medicamentos para bajar el colesterol no toman ni siquiera un medicamento. Pero los huecos en el tratamiento del colesterol observados por los CDC fueron mucho más pronunciados entre las minorías en los Estados Unidos que entre los americanos blancos.
Los afroamericanos, según las estadísticas, son más propensos a tener condiciones de salud que los hacen candidatos a medicamentos reductores del colesterol: 39.5% de los negros estadounidenses son considerados "elegibles" para este tipo de tratamiento, pero 54% de los negros de Estados Unidos no están tomando medicamentos para limitar su riesgo.
De acuerdo con los números, entre los blancos, 38.4% son elegibles para estos medicamentos, y 42% de ese grupo no toma medicamentos reductores del colesterol. En cuanto a los mexicoamericanos se cree que aproximadamente una cuarta parte debe tomar un fármaco para reducir el colesterol, pero el 52.9% de ellos no lo toman.
A decir de la investigación publicada por Los Angeles Times, las mujeres adultas que eran elegibles para tomar medicamentos para reducir su colesterol eran más propensas que los hombres a tomarlo, 58.6% contra 53,9%. Entre los afroamericanos sin fuente regular de atención médica, 94.3% de los elegibles no toman los medicamentos que potencialmente podrían salvarles la vida.
El estudio más reciente encontró que los cambios de estilo de vida que pueden ayudar a reducir el riesgo cardiovascular, y que tienen pocos efectos secundarios preocupantes, tampoco fueron hechos por los adultos que podrían beneficiarse de ellos.
Entre los estadounidenses adultos, 78,1 millones que ya estaban tomando los medicamentos o que se consideraban candidatos para el tratamiento para bajar el colesterol, 46.6% informó que habían hecho cambios en su estilo de vida como hacer más ejercicio, perder peso y comer una dieta más saludable para el corazón.
Según los datos, casi 800,000 personas mueren de enfermedades cardiovasculares en los Estados Unidos cada año, haciendo de los accidentes cardiovasculares y de las enfermedades del corazón, en gran medida, el asesino más grande de los americanos.
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