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El presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó este miércoles que su Gobierno "compartirá" las vacunas de covid-19 que ha adquirido con el resto del mundo si tiene excedentes, algo que parece probable a juzgar por los contratos que ha negociado Washington.
"Si tenemos excedentes, los vamos a compartir con el resto del mundo", dijo Biden durante un acto en la Casa Blanca para celebrar el acuerdo por el que la farmacéutica Merck ayudará a fabricar la vacuna de Johnson & Johnson.
El presidente aclaró ese punto, que la Casa Blanca había insinuado sin llegar a confirmarlo, después de anunciar que su Gobierno comprará otros 100 millones de dosis de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson contra la covid-19.
Biden ha encargado esas nuevas unidades, que espera obtener en la segunda mitad de este año, a pesar de que su Gobierno ya se aseguró en febrero las dosis suficientes para vacunar a todos los adultos del país, y espera contar con todas ellas para finales de mayo.
La acumulación de dosis por parte de Estados Unidos y otros países ricos ha generado preocupación entre algunos expertos, que advierten de que eso puede estar repercutiendo en la incapacidad de otros países con menos recursos de conseguir las vacunas suficientes a corto plazo, lo que puede aumentar el riesgo de mutaciones del virus.
Biden insistió este miércoles en que su Gobierno va a donar 4.000 millones de dólares a la plataforma COVAX para el desarrollo y la distribución equitativa de las vacunas hasta 2022, y que compartirá con otros países los excedentes que pueda tener una vez que haya inoculado a toda su población.
"Esto no es algo que pueda detenerse con una valla o un muro, por altos que sean. Así que no vamos a poder estar seguros hasta que el mundo esté seguro", aseguró el presidente.
"Vamos a asegurar que cuidamos primero de los estadounidenses, y después vamos a intentar ayudar al resto del mundo", zanjó.
El nuevo encargo de la Casa Blanca a Johnson & Johnson tiene como objetivo garantizarse un suministro más que suficiente en caso de que Pfizer o Moderna, las otras dos farmacéuticas cuyo inyectable se ha aprobado en el país, se toparan con problemas de manufactura.
"Pueden cambiar muchas cosas. Tenemos que estar preparados", subrayó Biden.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó durante su rueda de prensa diaria que también es posible que los excedentes de vacunas puedan utilizarse para vacunar a niños en Estados Unidos una vez que se compruebe que los inyectables son eficaces en menores.
El Gobierno de Biden también quiere reservarse unidades en caso de que sean necesarias para "reforzar la inmunidad" de quienes ya han sido vacunados, en el caso de que se descubra que la respuesta inmune generada por los inyectables de de Pfizer, Moderna u Johnson & Johnson disminuye con el tiempo, añadió Psaki.
Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia en términos absolutos, con más de 29 millones de contagios y de 528.000 muertes, y su plan de vacunación avanza a buen ritmo, con más de dos millones de dosis administradas al día.