El ejercicio de fuerza es uno de los más populares y utilizados para aumentar el volumen muscular y definirlo.
Este ejercicio requiere el uso de uno o más grupos de músculos para hacer cierta rutina, como levantar pesas.
Con el paso de los años es normal que la masa muscular magra disminuya, el ejercicio de fuerza ayuda a conservar y mejorar la masa muscular, evitando, a su vez, el aumento de grasa, dice Clínica Mayo.
Además de los beneficios vinculados a los músculos, un reciente estudio encontró que el ejercicio de fuerza reduce los riesgos de morir prematuramente.
La investigación, publicada en BMJ Journals encontró que las personas que suelen hacer entrenamiento de peso de 30 a 60 minutos por semana pueden reducir los riesgos hasta un 20 por ciento por causas principales como cáncer y enfermedades cardíacas.
Las pautas de ejercicio de Estados Unidos recomienda que los adultos hagan entrenamiento de fuerza para todos los grupos musculares principales al menos dos veces por semana, con rutinas como levantamiento de pesas, ejercicio de flexiones, abdominales y yoga.
I-Min Lee, especialista de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard sugiere que dos entrenamientos de 30 minutos por semana es un promedio de tiempo adecuado.
“Dichos ejercicios también mejoran el metabolismo de la glucosa, mejoran el mantenimiento de un peso corporal saludable y ayudan a mejorar los factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial. Todos estos factores conducen a menores riesgos de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes , lo que reduce el riesgo de mortalidad", señala Lee.
El entrenamiento de fuerza aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis cuando los huesos se estresan con el peso y la fuerza.
Este tipo de entrenamiento ayuda a controlar el peso o a perder kilos, según las necesidades de cada persona. Mayo sugiere que el entrenamiento de fuerza aumenta el metabolismo, ayudando a quemar más calorías por rutina.
Al igual que otros tipos de ejercicio, el de fuerza mejora la calidad de vida y la capacidad de hacer actividades cotidianas.
Protege de lesiones en articulaciones, desarrolla músculo para mejorar el equilibrio y evitar caídas.
El ejercicio de fuerza ayuda a reducir síntomas y dolores de enfermedades crónicas como artritis, dolor de espalda; además apoya a reducir los signos de condiciones como obesidad, enfermedades del corazón, depresión y diabetes.
Ejercitando el músculo esquelético ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina, también reduce los niveles de azúcar en la sangre al eliminar la glucosa y enviarla de la sangre a las células musculares.
Investigaciones han encontrado que este ejercicio, junto al aeróbico, ayudan a mejorar las habilidades de pensamiento y aprendizaje principalmente en adultos mayores.
Entre otras cosas, promueve una mejor salud mental y cerebral, ayudando a superar la depresión, mejorando el estado de ánimo y retrasa el deterioro cognitivo.