El ayuno intermitente, también conocido como dieta 16:8, es un tipo de ayuno que puede ayudar a controlar el peso corporal basándose en un plan de alimentación de 16 horas al día sin comida y ocho horas de consumo de las calorías recomendadas.
De acuerdo con informes de Harvard, esta dieta, además, ayuda a prevenir el desarrollo de <span >diabetes</span>, mejora los niveles de azúcar en la sangre y controla la presión arterial, catalogándose como un método seguro y eficaz, pero no más que otras dietas.
En una dieta normal, los alimentos se descomponen por enzimas en el intestino y terminan como moléculas en torrente sanguíneo, mientras que los carbohidratos y granos refinados se descomponen en azúcares que se unen a la insulina para brindar energía a las células. Si el azúcar no se utiliza completamente, se convierte en grasa.
Los especialistas mencionan que cuando el cuerpo no recibe alimentos, los niveles de insulina disminuyen y suelen ser sustituidos por el azúcar almacenado en las células grasas para usarse como energía. De esta manera, con la insulina baja, se puede quemar la grasa y como consecuencia bajar de peso.
En general, el ayuno permite que se consuma todo tipo de alimentos dentro de ocho horas y dejar que en 16 horas (durante la noche, la mañana y parte de la tarde), el cuerpo se haga cargo del proceso de quemar grasa y utilizar la necesaria como energía.
Los científicos de la nutrición han estado evaluando la eficacia de esta dieta y agregando evidencias.
Según Harvard, complementar las horas de ayuno con alimentos basados en plantas y bajas en azúcares, granos refinados, además de mantenerse activo durante el día puede aumentar los beneficios tales como: