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Un estudio a nivel internacional sugiere que el aumento en el consumo de alcohol está relacionado con el clima y las horas de luz solar al día.
El análisis realizado por la División de Gastroenterología, de la Universidad de Pittsburg, apunta que vivir en un lugar frío aumenta las posibilidades de beber grandes cantidades de alcohol debido a que son líquidos calientes naturales.
Bebidas como el vino son señaladas como ‘líquidos vasodilatadores’, estos aumentan el flujo sanguíneo y genera la sensación de calor, similar a la que se somete el cuerpo dentro de temperaturas tropicales.
Dicha investigación, realizada con datos de 193 países, incluido todo Estados Unidos, encontró que el alcohol tiene relación con la condición más común durante el invierno: depresión.
Las nuevas evidencias del alto consumo y el clima también demuestran un aumento en el desarrollo de enfermedades hepáticas, insuficiencia hepática, cirrosis y la muerte durante estas condiciones climáticas.
Por su parte, otros estudiosos en la materia aún están escépticos ante estos resultados, debido a que países como Reino Unido, Alemania, Irlanda y Polonia tienen las tasas de consumo de alcohol más altas en contraste con países más fríos como Noruega, Finlandia y Suecia.
No obstante, la teoría del clima y alcohol puede ser confirmada por un estudio delimitado a Estados Unidos hecho por 24/7 Wall Street.
En el estudio, los primeros cinco estados más bebedores se encuentran el en norte del país donde las temperaturas descienden severamente en invierno. Estos son Dakota del Norte, Wisconsin, Alaska, Montana e Illinois.
En la galería te dejamos con más datos interesantes sobre esta tendencia.