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Para la mayoría de nosotros, la primera vez que vimos a <strong>Emilia Clarke</strong> fue en Game of Thrones (GoT) personificando a la madre de Dragones Daenerys Targaryen. Y vaya que la conocimos. Desde sus primera apariciones en la pantalla chica, sus escenas al desnudo causaron revuelo.
Con estas medidas y un rostro un tanto redondo, la actriz confía en su alimentación y rutinas en el gym para mantenerse en forma. Nadie nos debatirá que lo hace muy bien.
Aunque ha participado en entrenamientos muy estrictos, como el que tuvo que hacer para la película de Terminator Genisys, en 2014, donde le prohibieron una larga lista de alimentos calóricos, Clarke se describe como una persona moderada.
El aliado para mantener su esbelta figura es su entrenador profesional, el australiano James Duigan. La filosofía de Duigan se centra en el balance y en dejar a un lado las dietas. “Eso que resistes, persiste”, declaró el entrenador en entrevista con The Daily Mail, a finales de agosto de este año.
El entrenamiento de Clarke también incluye clases de pilates y yoga, para no cargar el cuerpo demasiado con puras pesas.
En alimentación, la base de Duigan está en mantener una dieta sencilla y desconfiar de los productos empaquetados. Clarke suele poner atención a qué ingredientes están en su comida para asegurarse si son realmente saludables o si se trata solo de etiquetas prometedoras.
La actriz de 31 años ha determinado que no mostrará más su cuerpo sin ropa en la serie de HBO que la llevó a la cima. Sin embargo, esto no ha significado que la Madre de Dragones luzca menos sexy en el set, y también en su vida privada.
En su cuenta de Instagram, Clarke suele compartir fotos más espontáneas y divertidas. Aún así, en cada una de ellas podemos apreciar esa despampanante figura que tanto amamos de ella.
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