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Nuevos hallazgos sugieren que los ‘hongos mágicos’ son un posible tratamiento para controlar la depresión.
Investigadores del hospital Johns Hopkins publicaron una petición dirigida al gobierno para fabricar legalmente psilocibina, elemento psicoactivo de los hongos mágicos.
La solicitud se justificó con varias investigaciones, una de 2016 donde se examinó a 29 pacientes con cáncer, depresión y ansiedad.
Durante siete semanas, cada uno recibió psicoterapias y una dosis única de 0.3 mg de psilocibina, entre las terapias, los investigadores notaron mejorías en los síntomas de depresión.
El segundo estudio fue de 2006 y se basó en suministrar 30 mg de psilocibina a 30 pacientes médicamente y psiquiátricamente sanos, en combinación con clorhidrato de metilfenidato, medicamento que disminuye la impulsividad.
En el seguimiento se notó que el 50 por ciento de los pacientes mejoraron su bienestar personal y el 29 por ciento aseguró que mejoró, por mucho, su satisfacción por la vida.
El componente de los hongos tiene la capacidad de cambiar la forma en que la información se mueve por el cerebro, cuando el tráfico tiene a acumularse en ciertas zonas del cerebro, la psilocibina libera espacio y aleja los pensamientos negativos, sentimientos abrumadores y autocríticas, señala Insider.
Los tratamientos actuales se limitan sólo a antidepresivos, los cuales no prometen los mismos resultados positivos que los métodos alternativos como los hongos mágicos y tardan en hacer efecto, dicho esto, no suelen ser una opción para las personas que tienen pensamientos suicidas.
Como la psilocibina, existen otros métodos comprobados que prometen disminuir la depresión o definitivamente desaparecerla como la estimulación magnética transcraneal repetitiva, que por medio de pulsaciones se estimula el lado del cerebro relacionado con el estado de ánimo y la depresión, informa la Clínica Mayo.
Para conocer otras alternativas que ayudan a controlar la depresión, más allá de medicamentos, te invitamos a consultar nuestra galería, allí te dejamos con información rescatada de Harvard y Psichology Today.