Nuestro sistema inmune se activa cuando reconoce cualquier cosa extraña, ya sea un microbio invasor, polen o algún producto químico.
La Universidad de Harvard explica que esto, a menudo, desencadena un proceso de inflamación. “Los episodios intermitentes de inflamación, dirigidos a invasores verdaderamente amenazantes protegen la salud”.
Si ésta persiste, incluso cuando no hay invasor extraño en el cuerpo, entonces se convierte en un padecimiento “enemigo”. Muchas de enfermedades, como el cáncer, problemas cardíacos, diabetes, artritis, depresión y Alzheimer, se han relacionado con la inflamación crónica.
No obstante, las herramientas más poderosas para combatir la inflamación no están en los medicamentos, sino en los alimentos que consumimos.
El nutriólogo y epidemiólogo Frank Hu señala que “muchos estudios experimentales han demostrado que los componentes de alimentos o bebidas pueden tener efectos antiinflamatorios”.
Otros pueden acelerar el proceso inflamatorio. Evita comer carbohidratos refinados, como pan blanco. Dile adiós a la comida frita (en especial las papas), no tomes refrescos y reduce tus porciones de carne roja y procesada (salchichas).
"Algunos de estos alimentos se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. No es sorprendente, ya que la inflamación es un mecanismo subyacente para el desarrollo de estas enfermedades", explica el doctor Hu.
La comida chatarra también contribuye al aumento de peso, que a su vez es un factor de riesgo para la inflamación.
Para combatir este padecimiento, sigue una dieta balanceada y saludable. Los alimentos que debes consumir, están en nuestra galería.