La cantidad de niños que no han recibido vacunas de enfermedades prevenibles ha aumentado en los últimos años en Estados Unidos, hasta llegar a 100 mil menores de edad, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Inmunización para Niños reveló que la cifra se ha cuadruplicado desde 2001.
Hace 11 años, el índice de menores de dos años a quienes no les habían suministrado preparaciones para inmunizar era de 0.3 por ciento, mientras que en 2013 fue de 0.9 por ciento y en 2017 de 1.3 por ciento.
Las principales vacunas de las que carecían los niños fueron rotavirus y hepatitis A, mientras que las que más se aplicaron fueron las de poliovirus, sarampión, paperas, rubéola y hepatitis B.
Las autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se encuentran preocupados por el incremento, ya que en algunos casos los padres deciden que no quieren que sus hijos sean vacunados, pero en otros la causa es la falta de acceso a la atención médica.
Los pequeños con menos probabilidades de recibir todas las vacunas son los que no cuentan con seguro médico, de acuerdo con los datos de la encuesta realizada en 2017.
Los CDC recomiendan a los padres mantener al corriente el programa de inmunización de los niños para evitar riesgos por enfermedades prevenibles, que en caso de que las desarrollen pueden ser mortales.
Las vacunas actúan con las defensas naturales del cuerpo para poder desarrollar protección en el sistema inmunológico que acabe con las infecciones. Los efectos secundarios son comunes pero generalmente se registran en forma leve, por lo que no debe ser un pretexto para omitir este proceso.