Las autoridades sanitarias de Estados Unidos y Canadá pidieron el martes a las personas que eviten comer lechuga romana debido a un nuevo brote de E. coli.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) dijo que está trabajando con las autoridades de Canadá por el brote, que ha enfermado a 32 personas en 11 estados, y a 18 en las provincias canadienses de Ontario y Quebec.
La cepa identificada es diferente a la relacionada con otro brote en las lechugas ocurrido hace unos meses, pero parece ser similar a la vinculada con uno en los vegetales de hoja del año pasado.
La FDA no tenía suficiente información para solicitar a los productores que retiraran del mercado sus lechugas, dijo el comisionado de la agencia Scott Gottlieb. Pero agregó que los supermercados y restaurantes deben retirar los productos hasta que se pueda identificar la contaminación.
No se han reportado muertes, pero 13 de las personas que se enfermaron en Estados Unidos se encuentran hospitalizadas. La última enfermedad reportada fue el 31 de octubre.
Localizar la fuente de la lechuga contaminada puede ser difícil debido a que a menudo es reempaquetada por intermediarios, señaló Sarah Sorscher, directora adjunta de asuntos regulatorios del Centro para la Ciencia en el Interés Público. Ello puede significar que toda la industria se vea implicada en los brotes, incluso si no todos los productos están contaminados.
Lavar la lechuga no garantiza que sea segura, apuntó Sorscher.
La mayoría de las bacterias de E. coli son benignas, pero algunas cepas pueden causar enfermedades, con síntomas como: fuertes dolores estomacales, diarrea y vómito. La mayoría de la gente se recupera en una semana, pero algunos padecimientos pueden durar más tiempo y ser más graves.