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Investigadores de la Sociedad Radiológica de América del Norte encontraron un desequilibrio en la química cerebral de jóvenes adictos a teléfonos inteligentes e internet.
Apenas hace unas semanas, el Pew Research Center informó que el “46% de estadounidenses no podían vivir sin sus smartphones”, según un sondeo. Pues a través de ellos leen noticias, consultan información, juegan y están en contacto con seres queridos.
Los especialistas ven con preocupación el tiempo que los jóvenes pasan mirando sus teléfonos.
Hyung Suk Seo utilizó espectroscopía de resonancia magnética (MRS) para obtener una visión única de los cerebros de adolescentes adictos.La MRS mide la composición química del cerebro.
Los investigadores compararon los resultados de la resonancia con datos sobre el uso de Internet y de teléfonos inteligentes en la rutina diarias, vida social, productividad, patrones de sueño y sentimientos.
El Dr. Seo informó que los adolescentes adictos tenían puntajes significativamente más altos en depresión, ansiedad, insomnio e impulsividad.
¿La razón? Aumentan los niveles de ácido gamma aminobutírico, o GABA, un neurotransmisor en el cerebro que inhibe o ralentiza señales cerebrales. El GABA tiene un papel protagónico en el control de la visión y puede aumentar la somnolencia y ansiedad.
“Se necesitan más estudios para comprender las implicaciones clínicas de los hallazgos, pero el Dr. Seo cree que el aumento de GABA puede estar relacionado con la pérdida funcional de integración y regulación de nervios cognitivos”, señalan.
Afortunadamente, los jóvenes tienen mejoras significativas después de terapias conductuales.