Un informe elaborado por Gallup sugiere que, en 2018, los estadounidenses se encontraron entre las personas más estresadas del mundo en comparación con años anteriores, debido a las constantes preocupaciones que los aquejan todos los días por cuestiones laborales, situación financiera, salud y seguridad, principalmente.
El estrés es una de las principales causas del desarrollo de enfermedades físicas y emocionales como depresión, ansiedad, insuficiencia cardíaca y presión arterial alta.
Un artículo hecho por el Medical College of Wisconsin, dice que “puede causar hipertensión (de forma indirecta) a través de elevaciones repetidas de la presión arterial” y por la estimulación del sistema nervioso que impulsa, a su vez, la producción de hormonas vasoconstrictoras en grandes cantidades aumentan la presión arterial por bloqueo o ralentización de la circulación sanguínea.
Los expertos señalan que hay sencillas formas de reducir la presión arterial a partir del control del estrés más allá de medicamentos o tratamientos prescritos médicamente que incluyen Paxil, Prozac o Lexapro.
Estos métodos suelen ser acerca de cambios en el estilo de vida, actividad física y ayuda profesional.
A continuación te dejamos con lo que sugieren los especialistas de Harvard.
Está comprobado que un sueño inadecuado o insuficiente afecta de forma negativa el estado de ánimo, el estado de alerta mental, disminuye la energía y la salud física.
Realiza actividades de meditación, musicoterapia, relajación muscular progresiva, ejercicios de respiración profunda, yoga u observación de imágenes guiadas.
Puedes hacerlo participando en grupos sociales o de apoyo, iniciando clases o cursos que te llamen la atención, saliendo con amigos y familiares con más frecuencia.
Organizar tu tiempo entre tus deberes laborales, familiares o sociales te ayudará a manejar tu estrés ya que te dejará más tiempo para realizar actividades que te relajan y te gustan.
Reúnete con tu familia, grupos amistosos, laborales o sociales para resolver las <span >situaciones que te aquejan</span> o te estresan antes de que se agraven.
Disfruta lo que comes, lo que te gusta hacer, la música que solías escuchar en tiempos tranquilos y de tu tiempo libre, olvídate por un momento de los problemas externos o ajenos.
Si crees que tu <span >estrés</span> va en aumento, si comienzas a experimentar síntomas de ansiedad, depresión, dolores corporales u otra señal de que tu salud no está bien, solicita ayuda profesional y busca apoyo de amigos, familiares, pareja, hijos o personas en quien confías y que te rodean.
Además de estas sugerencias, puedes trabajar en una dieta saludable, actividad física frecuente y en disminuir el consumo de alcohol, tabaco o sustancias que pueden afectar tu estabilidad emocional, tranquilidad y salud general.