Sesenta millones de estadounidenses podrán ponerse una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer, según anunció este viernes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien señaló que veinte millones pueden acceder ya a esa dosis porque hace ya seis meses que recibieron la inmunización.
En un discurso en la Casa Blanca, Biden señaló que este es el número de personas que pueden acceder a la tercera dosis de Pfizer entre los mayores de 65 años, los adultos vulnerables con enfermedades como diabetes u obesidad y trabajadores que tienen mayor riesgo, como sanitarios, profesores o empleados de tiendas de alimentación.
Biden, que anunció que se pondrá en cuanto pueda la tercera dosis, insistió en pedir a los estadounidenses que aún no se han vacunado que lo hagan cuanto antes.
El Gobierno estadounidense ha ido más allá de la recomendación hecha por los expertos de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) y de los asesores de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), al incluir entre quienes pueden acceder a la tercera dosis a los trabajadores con empleos considerados de riesgo.
En su discurso, el presidente aseguró que las decisiones tomadas responden en todo momento han seguido la recomendación de los científicos y la comunidad médica.
También recalcó que mientras los expertos estudiaban esta decisión el Gobierno se ha preparado y ha comprado las dosis suficientes, y recalcó que hay 80,000 localizaciones repartidas en todo el país para administrar el refuerzo.
La dosis de refuerzo que ha sido aprobada para determinados colectivos es para la vacuna de Pfizer, pero no para las otras dos que pueden administrarse en Estados Unidos -Moderna y Johnson & Johnson-.
A los que recibieron las vacunas de estas dos últimas farmacéuticas, Biden quiso enviar un mensaje de tranquilidad al asegurarles que todavía disfrutan de "un alto grado de protección" contra la covid-19.
Y ante quienes se puedan estar planteando recibir una dosis de refuerzo aunque no estén en los grupos definidos este viernes, Biden les pidió que "esperen su turno" y esperen también a que concluyan los informes sobre otros grupos y otras vacunas.
El presidente estadounidense no se olvidó de enviar un mensaje a los millones de ciudadanos del país que siguen sin querer vacunarse.
Así, aunque consideró que se ha hecho un "progreso increíble" al haber ya 182 millones de personas completamente vacunadas, ésta sigue siendo la "pandemia de los no vacunados".
En este punto criticó duramente a los dirigentes políticos que han promovido que la gente no se vacuna.
Y advirtió de que hay un cuarta parte de la población susceptible de poder vacunarse que no lo ha hecho. Y esa minoría del 25% por ciento "puede causar mucho daño".
A todos los reticentes les pidió además que no le escuchen a él, sino que escuchen a los miles de personas no vacunadas que han contraído la enfermedad, han acabado en hospitales y han recomendado entonces la inyección.
"No permitan que esto se convierta en su tragedia, vacúnense", insistió Biden.