La deficiencia de vitamina D en el cuerpo ocasiona problemas óseos como el raquitismo, una enfermedad que ataca raramente a los estadounidenses; así como osteoporosis, ablandamiento y debilitamiento de huesos, aseguran los especialistas.
Esta vitamina, además de proteger los huesos, beneficia a la salud de los músculos y los nervios y ayuda a que el sistema inmunológico funcione correctamente.
Conocida también como la vitamina del sol, el nutriente se produce en el cuerpo cuando la luz solar llega a la piel y se puede obtener a partir de los alimentos o en suplementos.
La producción de esta vitamina sucede cuando la piel absorbe los rayos en la parte invisible ultravioleta b del espectro de la luz.
Hay varios factores que influyen en los niveles de vitamina D en nuestro cuerpo. Según Harvard son estos seis:
De acuerdo con Harvard, las personas que viven más lejos del Ecuador reciben menos luz UVB, productora de la vitamina D, en especial durante el invierno, cuando los días con sol son cortos o no hay sol.
Las partículas de carbono en el aire de la quema de combustibles fósiles, madera y otros materiales se dispersan y absorben los rayos UVB dificultando el proceso de llegar a nuestra piel si está expuesta.
Los protectores están hechos para proteger a la piel de quemaduras ocasionadas por los rayos UVB. Las personas que lo suelen utilizar con frecuencia y en grandes cantidades son más propensas a ver bloqueada la posibilidad de producir vitamina D de forma natural.
La melanina, elemento que oscurece la piel, compite por obtener los rayos UVB con la sustancia de la piel que activa la producción de vitamina D.
Según los expertos, las personas con piel oscura tienden a necesitar más exposición a los rayos que las personas de piel clara para generar la misma cantidad de vitamina D.
La grasa corporal absorbe la vitamina D, por lo que los investigadores sugieren que puede ser un método eficaz de almacenamiento de vitamina para cuando los días sean nublados, de lluvia o en invierno.
Por su parte, la obesidad se ha vinculado con la deficiencia de este nutriente.
Las personas mayores tienen niveles más bajos de la sustancia que produce la vitamina D con la exposición a los rayos UVB que las personas jóvenes.
Tras la investigación de deficiencia de vitamina D en los últimos años, el panel de la División de Salud y Medicina de Estados Unidos aumentó la dosis diaria recomendada a 600 Unidades internacionales (UI) para personas de hasta 70 años y 800 UI para mayores de 70.
Las anteriores dosis se basaban en 200 UI por día para personas de 50 años, 400 para edades de 51 a 70 y 600 UI a adultos mayores de 71 años y aumentó la ingesta diaria para grupos de más edad de 2 mil a 4 mil UI.
No te pierdas de las últimas noticias de Vive Usa en Google News, síguenos aquí