El ajo condimenta todo tipo de platillos en la cocina. Ya sea en polvo, aceite o picado, potencia los sabores y es imprescindible en la despensa de cada hogar.
Pero este alimento también tiene beneficios saludables. Si no te gusta su sabor, puedes darle otra oportunidad e incluirlo en tu dieta. Esto es lo que el ajo puede hacer por ti, según la nutrióloga Laura Jeffers de Cleveland Clinic.
Investigadores de Iowa analizaron la dieta de 41,000 mujeres estadounidenses de 55 a 69 años y hallaron que quienes reportaron consumir más ajo tenían baja probabilidad de desarrollar cáncer de colon en comparación de quienes no lo comían.
¿La razón? Mejoró la respuesta del sistema inmunológico. Toma en cuenta que los beneficios del ajo provienen de comerlo crudo o cocido, no de los suplementos.
Esto fue respaldado por una investigación publicada en el Journal of Immunology. Encontraron que el ajo fortalece el sistema inmunológico al estimular las células inmunes como los macrófagos y los linfocitos.
Arthritis Foundation recomienda frotar aceite de ajo sobre articulaciones o músculos doloridos o inflamados. Promueve el consumo del ajo crudo o cocido para prevenir daños al cartílago causados por la artritis.
Laura Jeffers dice que el consumo de ajo puede tener un impacto positivo en la presión arterial porque contiene azufre que los glóbulos rojos transforman en gas de sulfuro de hidrógeno, el cual expande los vasos sanguíneos y “facilita la regulación de la presión”.
La Universidad de Harvard anota que el ajo contiene alicina, un ingrediente que puede reducir el colesterol en sangre e inhibir la agregación plaquetaria.
Puja Agarwal, del Centro Médico de la Universidad de Rush, recomienda consumir cuatro ajos frescos por semana.
“Los antioxidantes y las propiedades antibacterianas del ajo pueden aclarar la piel al matar las bacterias que causan el acné. Un estudio muestra que frotar ajo crudo sobre las espinillas puede eliminarlas”, dice la doctora Laura Jeffers.
No obstante, advierte que podría causar una sensación de ardor por lo que pide que quienes tienen piel sensible consulten antes a un dermatólogo.
Frotar un ajo partido por la mitad sobre un piquete de mosco ayuda a calmar la sensación de comezón. Este remedio será más efectivo que cualquier crema.
De acuerdo con Cleveland Clinic, las propiedades antibacterianas del ajo fresco pueden matar bacterias causantes de intoxicaciones alimentarias, incluidas la salmonela y la E. coli. Pero piden no usar el ajo como sustituto de la higiene y manipulación adecuadas de los alimentos.
Si padeces pie de atleta, remoja tus pies en agua con ajo o frótalos con ajo crudo para atacar el hongo que causa la comezón. Te sorprenderás.