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Estados Unidos celebra el Día de la Cerveza cada 7 de abril, una de las bebidas favoritas de su población por su bajo porcentaje de alcohol y el placer que provoca tomarla.
Es claro que el abuso en el consumo de la cerveza está asociado a problemas de alcoholismo y sobrepeso. Sin embargo, tomarla de manera moderada tiene beneficios en el cuerpo, similares a los que proporciona beber vino tinto.
1) Menor riesgo de ataque cardíaco
La Universidad de Harvard señala que la cerveza contiene polifenoles similares a los del vino tinto, pero en cantidades más bajas, como quercetina, epicatequinas y ácido gálico. “Alrededor del 70-80 % de los polifenoles en la cerveza provienen de la malta de cebada y otro 20-30 % del lúpulo, las flores de la planta del lúpulo”, anotan.
Los polifenoles pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias, la afección que provoca los ataques cardíacos, según Mayo Clinic. No obstante, estos compuestos también están presentes en otros alimentos como té, café, bayas, cebollas o manzanas. No se recomienda beber cerveza para obtener polifenoles si en tu familia hay antecedentes de alcoholismo.
“Un informe examinó los hábitos de consumo de alcohol de más de 38,000 hombres durante un período de 12 años. Los bebedores moderados tenían entre un 30 y un 35 % menos de probabilidades de sufrir un ataque al corazón que los no bebedores. Esta reducción se observó entre los hombres que bebían vino, cerveza o licores, y fue similar para los que bebían con las comidas y los que bebían fuera de las comidas. Los hombres que bebían cantidades ligeras a moderadas tres o más días a la semana tenían un menor riesgo de ataque cardíaco que los que bebían una o dos veces por semana”, anotan.
2) Proteínas y vitamina B
Un estudio publicado por The American Journal of the Medical Sciences anota que, desde un punto de vista nutricional, la cerveza contiene más proteínas y vitamina B que el vino.
“El contenido de antioxidantes de la cerveza es equivalente al del vino, pero los antioxidantes específicos son diferentes porque la cebada y el lúpulo utilizados en la producción de cerveza contienen flavonoides diferentes de los de las uvas utilizadas en la producción de vino”.
3) ¿Reduce el riesgo de diabetes?
Un estudio realizado a la población danesa concluyó que el consumo de cerveza durante 3 o 4 días a la semana está asociado con el menor riesgo de diabetes, incluso después de tener en cuenta el consumo promedio de alcohol semanal. Quienes toman de una a seis cervezas por semana tenían un riesgo 21 % menor de diabetes.
4) Ayuda a aumentar la densidad ósea
La cerveza tiene un alto contenido de silicio debido al procesamiento de la cebada y el lúpulo. Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos apuntó que el aumento de la ingesta de silicio se correlacionó con el aumento de la densidad mineral ósea para hombres, mujeres premenopáusicas y mujeres posmenopáusicas en terapia de reemplazo hormonal.
“El silicio está presente en todos los tejidos del cuerpo, pero los tejidos con las concentraciones más altas están en los huesos y otros tejidos conectivos, como la piel, el cabello, las arterias y las uñas”, anotan.
5) “Analgésico” contra el dolor
Un estudio publicado en The Journal of Pain de la American Pain Society señaló que uno de los efectos de la cerveza es el aumentar el umbral del dolor, por lo que tiene un efecto analgésico. La cantidad de alcohol en la sangre para elevar el umbral del dolor debe ser superior al 0.8%, lo que es aproximadamente entre 3 o 4 bebidas estándar.
Por supuesto, no es recomendable emborracharse sólo para dejar de sentir dolor, pero es un efecto que la cerveza tiene en el cuerpo.