Los pies son las partes del cuerpo que más trabajan, por lo que es normal que se hinchen de vez en cuando, en especial después de largas caminatas o estar de pie durante períodos prolongados.
Son 26 huesos y más de 100 músculos, tendones y ligamentos en cada pie y tobillo que soportan todo el peso del cuerpo y se mantienen activos a lo largo del día para hacer movimientos tan necesarios como caminar, pararse, correr o saltar.
Toda esta actividad hace que los pies sufran cierto desgaste que se puede evidenciar a través de la hinchazón; pero más allá de ser un malestar normal, hay ocasiones en que la hinchazón puede deberse a otras cuestiones más complejas y peligrosas.
De acuerdo con Harvard, la hinchazón, también conocida como edema, es una señal de alerta de un problema grave cuando se convierte en crónica o llega a presentarse de forma frecuente.
“Cuando está mucho tiempo de pie, la gravedad empuja la sangre hacia las venas de las piernas y parte del agua de la sangre ingresa a los tejidos de las piernas y los pies, lo que hace que se hinchen”, apuntan los expertos de Harvard.
“Pero también existen algunas afecciones que pueden causar una hinchazón similar porque afectan el movimiento de los líquidos dentro del cuerpo”, añaden.
A continuación hay algunos factores que promueven la hinchazón de los pies.
Muchas de las causas de hinchazón tienen que ver con los líquidos del cuerpo. En la nefropatía, el líquido puede acumularse en los tejidos si la enfermedad dificulta que los riñones eliminen el exceso de líquido del cuerpo.
La hinchazón de los pies o las piernas son la principal señal de una insuficiencia cardíaca, enfermedad hepática o renal.
Ésta es una causa común de pies hinchados. Ocurre cuando las válvulas en las venas de las piernas evitan que la sangre sea empujada hacia abajo por la gravedad y se acumule en las venas de las piernas.
Es un tipo de inflamación en las extremidades que causa dolor principalmente en los pies y piernas
Esta condición es característica por la formación de coágulos de sangre en las venas profundas de las piernas que bloquean el retorno de la sangre de las piernas al corazón, provocando la hinchazón en pies y piernas.
Cuando los coágulos no se atienden a tiempo, estos pueden desprenderse y viajar a los pulmones ocasionando lo que se conoce como embolia pulmonar. Las embolias causan dificultad o dolor para respirar, e incluso la muerte.
Cuando el corazón tiene fallas, no bombea con eficiencia la sangre como debería. Como resultado, la sangre se acumula en las venas de las piernas al no poder regresar al corazón.
Las enfermedades del hígado ocasionan niveles bajos en la sangre de una proteína llamada albúmina que se produce en el hígado. Cuando los niveles de esta proteína bajan, hace que el líquido en la sangre pase a los tejidos, produciendo hinchazón en pies, piernas y otras partes del cuerpo como manos o la cara.
Existen otras causas que no están relacionadas con el flujo de líquidos corporales, dicen los expertos, las cuales suelen ser:
Varios problemas con los huesos o tendones en los pies también pueden promover la hinchazón y causan dolor, algunos ejemplos son fracturas, tendinitis o artritis.
A medida que el cuerpo envejece, la piel se adelgaza lo que hace que sea más vulnerable a lesiones que pueden infectarse y causar hinchazón. Las uñas encarnadas también provocan la hinchazón del área en donde se encuentra e incluso de una mayor parte del pie.
Medicamentos como los bloqueadores de los canales de calcio para tratar la presión arterial alta, pueden estar vinculados con la hinchazón.
Los pies hinchados normalmente ocurren con el clima cálido ya que las venas de los pies se expanden como parte del enfriamiento natural del cuerpo. Los líquidos se van a los tejidos cercanos como parte del proceso, a veces las venas no pueden llevar sangre al corazón debido a la acumulación de líquido en pies y tobillos. Las personas con problemas circulatorios son propensas a experimentar esto.
Las hinchazones poco frecuentes o “pequeñas” no son motivo de preocupación, destacan los especialistas, por lo que levantarlos y apoyarlos en alguna base elevada es suficiente para que desaparezca la molestia.
Por el contrario, se debe consultar con un médico cuando la molestia es mayor y frecuente, cuando deja una marca si se presiona el dedo en el pie, si se ha desarrollado repentinamente, o si va acompañada de dolor o decoloración de la piel.
La Clínica Mayo apunta que también es necesario ver a un médico si la hinchazón va acompañada por dificultad para respirar o dolor en el pecho.
Al estar vinculada con los líquidos corporales, los expertos suelen prescribir medicamentos para ayudar a la expulsión del exceso de líquido a través de la orina y así reducir la hinchazón.
Por su parte, los remedios caseros que apoyan el objetivo como la elevación de pies, los masajes, la compresión, el movimiento y la reducción en la ingesta de sal.
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