El cáncer en sus diversas formas afecta la forma en que las células crecen y se dividen, cambiándolas en modos perversos.
El cáncer es el resultado de daño o mutación genética en nuestro ADN, una enfermedad que debilita y se dispersa por el cuerpo como un ejército invasor, mientras las células crecen formando tumores.
Algunos tipos de cáncer se encuentran fuera de nuestro control pues se determinan por defectos genéticos y predisposiciones que se pasan de una generación a otra, o debido a cambios genéticos que ocurren al paso del tiempo.
Pero también otros tipos ocurren debido a ciertas sustancias que respiramos, cosas que comemos y hasta ciertas cosas que usamos.
Es de todos sabido que la exposición a asbestos, polución del aire, y ciertos químicos como gases de la pintura, compuestos de aluminio, vapores de los tintes, plásticos y demás han sido relacionados con el cáncer.
Pero hay otras sustancias y comidas que asumimos son buenas para nuestra salud o que forman parte de nuestro estilo de vida que han sido reconocidas por la ciencia como sospechosas de provocar algún tipo de cáncer.