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La alimentación saludable ha ganado impulso en los últimos años. De acuerdo con la Universidad de Harvard, esta no excluye a ningún grupo de alimentos. Más bien, prioriza un balance según los nutrimentos que aporta cada uno.
El plato ideal está compuesto por una mayoría de vegetales (35%), seguido de granos enteros (25%), proteínas (25%) y frutas (15%). Los aceites y azúcares no son relevantes para una nutrición óptima.
Sin embargo, algunos productos industrializados se han colado con leyendas de “bajo en grasas” y “bajo en calorías”. Pero, ¿realmente aportan beneficios a la salud?
Aquí 10 alimentos que creías saludables pero no lo son.
1) Granola
La base de la granola es la avena, un alimento necesario y saludable. Sin embargo, pierde su valor nutritivo cuando, además, las hojuelas están cubiertas de miel o azúcar y cuando está mezclada con trozos de chocolate o frutos secos.
Consumer Report encontró que las granolas con estos aditivos contienen entre 13 y 12 gramos de azúcar por cada ½ taza.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Agricultura recomiendan que los azúcares agregados no representen más del 10 por ciento de las calorías que se consumen.
La granola también puede contener aceite de coco. Lo mejor es consumir avena natural.
2) Yogur industrial
El yogur natural que se prepara con búlgaros aporta una buena dosis de probióticos, bacterias saludables que ayudan al correcto funcionamiento del intestino. También es un alimento rico en proteínas, calcio, magnesio y vitamina B 12.
Pero la Universidad de Harvard advierte que el yogur industrializado con colorantes y azúcares no es tan saludable.
“El problema con el yogur saborizado es que algunas de las marcas que existen tienen demasiada azúcar. El azúcar niega muchos de los beneficios para la salud”, dice la profesora Teresa Fung.
3) Palomitas de microondas
Las palomitas son sanas, siempre y cuando se consuman sin sal ni complementos como mantequilla y caramelo. Por lo tanto, debes evitar las presentaciones de microondas o las que venden en los cines.
La Clínica de Cleveland señala que “una taza de palomitas de maíz contiene aproximadamente 30 calorías. Pero cuidado: una vez que comienzas a agregar ingredientes, el conteo de calorías aumenta bastante rápido”.
Según la UNAM señala que el valor energético de las palomitas de microondas con condimentos es de alrededor de 500 kilocalorías por cada 100 gramos de producto, “tómalo en cuenta si tu ingesta diaria es de 2,000 kilocalorías”, recomiendan.
4) Barras energéticas
Las barras de granola son un alimento para comer durante la marcha. Se venden como “alimento saludable”, pero antes de comprar esa idea debes revisar bien su información nutrimental.
Una encuesta de The New York Times dice que menos del 30% de nutriólogos las consideran saludables. ¿La razón? Tienen azúcar agregada, son aderezas con proteína en polvo y algunas contienen chocolate.
“He visto barras con hasta 25 gramos de azúcar agregada, lo cual es ridículo”, dijo la dietista Andy Bellatti a la revista Time.
5) Bebidas energéticas
Quizá sientas que te llenan de energía, lo cierto es que consumes hasta 25 gramos de azúcar por envase. Además, contienen tanta o más cafeína que una taza de café.
Un estudio publicado en el Diario de Educación y Nutrición señala que los niños y adolescentes pueden ser más susceptibles a los efectos secundarios de las bebidas. Pueden causar insomnio cuando se consumen en grandes cantidades o después de las 14:00 horas. Además de dolores de cabeza, ansiedad, náuseas y anomalías cardiacas.
6) Cereales de caja
Para que el cereal de desayuno sea saludable debe contener al menos tres gramos de fibra por porción. Elige aquellos que no tienen cubiertas de azúcar, pues entre más dulces son menos beneficios aportan a la salud.
También prefiere aquellos con granos enteros y nos los de harinas blancas procesadas.
Un estudio de la Universidad de Cornell concluyó que las mujeres que comían cereal para el desayuno 9 kilos más que sus vecinas que no lo tenían, en promedio.
7) Jugos de frutas
Investigadores del Colegio Americano de Cardiología señalan que los jugos de frutas son una “bomba de azúcar” para el cuerpo.
Aunque aportan vitaminas y minerales, su balance nutritivo es pobre porque se desecha toda la fibra que contienen las frutas. Los expertos recomiendan consumir productos enteros y no líquidos.
Sin la fibra, el jugo es esencialmente azúcar. “Aunque el azúcar natural puede parecer inofensivo, el cuerpo no distingue entre los azúcares de una manzana frente a los de un caramelo”, señala la nutrióloga Katherine Zeratsky de la Clínica Mayo.
8) Leche entera
Matthew Solan, especialista de Harvard, dice que los lácteos no son necesarios en la dieta para una salud óptima. La leche entera aporta calcio, pero también grasas. Así que lo que recomiendan es obtener el calcio de verduras de hoja verde, como las espinacas.
9) Jamón
De acuerdo con la OMS, la mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o res, pero también pueden contener “otras carnes rojas, aves, despojos o subproductos cárnicos como la sangre”.
Esta organización asoció el comer carne roja con el desarrollo de cáncer colorrectal. El jamón de pavo es menos dañino, pero no deja de ser un producto procesado alto en sodio.
10) Frutos secos
De acuerdo con Mayo Clinic, los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes. No obstante, deben evitarse aquellos cubiertos de azúcar (como los arándanos deshidratados), sal o chocolate, pues se anulan sus beneficios.
Además, es importante cuidar las porciones.
“Hasta el 80 % de una nuez es grasa. A pesar de que la mayor parte de esta grasa es grasa saludable, sigue siendo una gran cantidad de calorías. Por eso debería comer nueces con mesura. Lo ideal es un puñado de nueces, no más”, anota Mayo Clinic.