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A tres años de la muerte de la reina Isabel II se reveló un dato que impactó a los expertos y seguidores de la realeza británica y al mundo entero: salió a la luz información que señala que la monarca británica se enteró que tenía una grave enfermedad que le provocaría la muerte, por eso, pidió a sus médicos que le cumplieran un último deseo: que la mantuvieran con vida hasta su Jubileo para que pudiera celebrar sus 70 años en el trono; para lograrlo, los doctores le hicieron varias transfusiones de sangre.
La muerte de la reina Isabel II, sucedida el 8 de septiembre de 2022, continúa generando curiosidad y misterio debido a las circunstancias en las que se dio y a la poca información que se compartió de su deceso; de acuerdo con el Palacio de Buckingham, la monarca falleció a los 96 años debido a "vejez", según indicó su certificado de defunción.
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Pero, la información que ha sido filtrada por personas cercanas a la familia real y por fuentes internas de la Casa Real señalan que su muerte se debió a cáncer en los huesos, dato que aún no ha sido confirmado por el rey Carlos III, William o Kate Middleton.
Sobre este tema, Paul Burrell, exmayordomo de Isabel II, dio más detalles, los cuales fueron publicados en el libro The Royal Insider; de acuerdo con lo dado a conocer, la reina hizo una petición especial a sus médicos tras conocer su diagnóstico y pronóstico.
En un extracto del libro publicado por el Daily Mail, Burrell asegura que la monarca recibió el diagnóstico de cáncer “apenas unos meses” después de la muerte de su esposo, el príncipe Felipe (sucedida en abril de 2021).
Según lo narrado por el exmayordomo, los doctores le dijeron que viviría hasta la Navidad de 2021 a lo que la reina dijo: “Bueno, es una pena, porque el año que viene es mi Jubileo de Platino y me habría encantado verlo. ¿Podrían mantenerme con vida para eso?”.
Para conseguir que Isabel II llegara a su Jubileo, los médicos llevaron a cabo un meticulosos plan con el único fin de mantener su salud lo mejor posible, por tal motivo, le hicieron transfusiones de sangre y tuvo que dejar algunos de los alimentos y bebidas que más le gustaban, como los gin-tonics y los martinis.
Según Burrel, los demás miembros de la familia real no sabían de la gravedad de la salud de la reina Isabel II y se enteraron de lo que padecía justo meses antes de que falleciera.